Son las 11 de la mañana y aun estoy en la universidad tomándome mi ultimo desayuno del año con mis compañeras y amigas de clase, estas ahí no parece que todo en menos de 3 horas pueda cambiar, pero lo hace en menos de lo que pensabas.
En poco te ves en el aeropuerto con tus maletones, tu familia, tus ilusiones y tu. Ahí empiezas a darte cuenta que te vas, cuando a alguien de tu familia se le salta la primera lágrima y entonces en 5 segundo no hay nadie que no haya probado esa sensacion de la lágrima por su piel.
Te montas en el avión con las fotos en la mano y no quieres llorar porque sabes que todo va a ser genial, que es lo que siempre has querido, pero es imposible te pones a mirar las imagenes y a decirle a tu compañera de aventura entre sollozos "esta es mi mejor amiga... aquí es cuando....que bien que lo pasamos.." A todo esto el avión aterriza y ya piensas estoy aquí pero que estoy aquí y reaccionas y te sale una sonrisa, vas muy feliz de camino a tu ciudad, lo que llega después es un "día" muy duro de aquí para allí, pero que se pasa con el siguiente día, porque como dijo mi compañera Cristina "Piensa que peor que lo que hemos visto hoy no vamos ver nada" y es cierto no vimos nada peor.
viernes, 9 de noviembre de 2007
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